miércoles, 20 de marzo de 2013

Pequeños poemas hechos con pompas de jabón

Ver té

Ver
Verte así
Verte me pone así
Vernos me pone más
Ven, ellos ven viendo
O mejor ven tú. 

Con la mera tripa. 
Yo siempre he dicho que el amor
no viene del corazón
sino de las tripas
del estómago y los largos intestinos

Yo cuando te veo, amor
Cuando te veo lo siento en las vísceras
Y cuando no te veo, amor
Como mucho picante para sentir como si te viera. 

Del amor y el odio. 
Te detesto cuando te miro de lejos
Y de cerca te odio aún más
Pero de todos modos si llegamos a viejos
No te quisiera dejar de mirar

Del amor y el odio II.
Me doy cuenta que el cariño
No necesita protección contra la furia
porque resultó ser él su padre
en relación ilícita con la angustia. 

La furia entonces sale
nos baña, y nos electriza 
es entonces que sé que te quiero
que si no te amara, no te odiaría

jueves, 14 de marzo de 2013

Versos inútiles para recuerdos de octubre en uno de estos marzos

No es dejar el aire al tiempo
Ya no importa la suma de  instantes
Sino arrojar el tiempo al viento
Ser  remolino de lo que fuimos antes

Si viera tus ojos serían placebo
y tus brazos falso cobijo
Fuera de ti, recuerdo mancebo
Fuera de mi, poeta prolijo

Quizá, como un tren, en un cambio de vía
en otra de las vueltas del cosmos
Quizá yo también te encuentre algún día

Pero no te halle yo, que sea ella
La que te refleje en su nueva mirada
Y que por sorpresa te tome ¡Qué bella!






Tres líneas al ladrón de mi corazón en verde.

Dice un escritor cuya lengua es el portugués que todo lo que pasa una vez puede  nunca volver a repetirse, pero lo que pasa dos veces ciertamente ocurrirá una tercera.
Y yo, escuchando una canción en el mismo idioma, espero que tenga razón.


lunes, 14 de enero de 2013

El frío


El frío es mujer.
Una negra como la noche más densa,
que le gusta vestirse de nieve porque resalta con su piel.

El frío se deleita escuchando su nombre
en millones de labios amoratados
y manos temblorosas que buscan consuelo en las caricias

“Il fait froid“
“It is cold“
“Hace frío“

Entonces el frío ríe,
y su risa me llega al oído en forma de viento
Ella ríe y a los amantes se les congelan las orejas.

El frío es una dama pícara y maliciosa
pero excesivamente elegante
No se le escapa un detalle en el diseño de sus copos.

Ella sopla cuando se halla aburrida,
manda la lluvia en las despedidas
y hiela los campos enfurruñada

Pero ocurre que el frío tiene un deseo
que en el fondo desea ser madre
porque es frío pero es mujer y quiere ser madre

A veces ve niños solos,
dormidos, sin padres, en las banquetas
ella se enternece y quiere tomarlos en brazos como suyos

¡Oh qué cruel es el destino!
La negra los besa y les canta un arrullo
No sabe que en ello se roba su aliento.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Usted II

El tiempo corre, 50 minutos.
50 minutos para observar, para callar.
De pronto sus ojos se vuelven olas,
y yo me abandono, naufrago en su mar.

Lo miro jugar con la cuchara del café
y quisiera decirle que esa tormenta soy yo
soy yo dentro de la taza, con los granos de azúcar dispersos
atrapada dentro de paredes de cerámica, mirando desde abajo lo que pasa.

También soy los libros de su estante,
que no le dicen nada.
Soy los productos de publicidad que adornan su escritorio.
Soy la marca Marlboro que es lo único que sé de su vida.

Estoy aquí para hablar, para decir.
Y sin embargo quisiera escuchar.
Deliro, viajo, pienso y me pierdo
en la marea que crece en sus pupilas.

Las olas estallan unas con otras,
el agua antes clara se tiñe de añil,
las nubes se acumulan bajo sus pestañas
y siento el capricho de un viento febril.

¡Truenos! ¡Luces! ¡Ha entrado agua a babor!
La balsa gira, retumba, es el juguete de Neptuno
Y sin pensarlo me hago prisionera de las aguas
Me hundo, me ahogo, y espero su turno

Sorpresa es ver que el agua no cae de su mirada
sino de la mía.
Vi en usted toda la tormenta
pero era mi alma la que la sentía.

“Se nos ha acabado el tiempo“ lo escucho decir
y otra vez yo no dije nada.
Pareciera que en estas 4 paredes no hay física,
la única regla encontré, y es que a usted no le puedo hablar de tú.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Blindness

Últimamente me ocurre que no se me ocurre nada (al menos nada bueno) para escribir.

La mayoría de las personas dicen que Paulo Coelho es lo peor que le ha pasado a la literatura. Yo no estoy en desacuerdo, pero creo que ello ocurre porque insisten en compararlo en el arte literario. Sí, Paulo Coelho se queda muy atrás en narrativa y en complejidad de historias si alguna vez se ha leído a García Márquez o Mario Vargas Llosa; pero creo que como superación personal realmente logra que el lector reflexione y se sienta mejor consigo mismo.

Y lo que nos ocurre a personas que gustamos de leer es que a veces se te sube lo lector a la cabeza y empiezas a menospreciarlo todo. ¿Por qué? La verdad es que gran porcentaje de ello es pura presunción. No voy a negar que si tengo ganas de una buena historia los libros de Coelho me parecerán planos y sin sentido, que preferiría leer otro autor. Pero tampoco tengo por qué negar que he leído algunos de los que ha escrito, y que “El alquimista“ de verdad me hizo sentir el calor de la esperanza y pensar que puedo llegar muy lejos.

Esto pasa con la música también. Es cierto que una vez que escuchas música clásica es más fácil identificar las atrocidades que hacen algunas (la mayoría) de las canciones modernas (Dígase, todas siguen la secuencia C A F G C, en la tonalidad que guste). Pero ¿por qué habría de negar que las canciones de Simple Plan me hacen sonreír al recordar mi adolescencia temprana? ¿Por qué habría de estar gruñona toda la tarde porque pusieron banda en la fiesta en lugar de pararme a bailar? Saber de ritmos y compases no me impide ser una mexicana como cualquier otra y sentir que mis caderas se mueven junto con la tuba.

Y así como en el arte, en muchas otras cosas pasa que sin darte cuenta cómo, pretendes. Al principio como una forma de defensa contra la adversidad. Quizá ellos se burlen de ti por ser de esta manera, mejor ahórrate problemas y actúa de esta otra. Un poco de esto yo lo llamo prudencia. Lo malo es cuando lo haces diario y en todas partes, y guardas todo lo que en realidad quieres y piensas para querer y pensar lo que se espera de ti. ¡Ya no más! Si yo he leído a Paulo Coelho y me ha gustado, eso no me quita haber leído 14 libros de Gabriel García Márquez, o conocer de reglas de redacción de textos. Y si me gusta bailar banda en las fiestas, no significa que no pueda analizar piezas de Mozart o tocar Bach en el piano. A veces es tanto el miedo a la generalización, que te vuelves ella.


martes, 25 de septiembre de 2012

Pijamada.

Un muy buen día (aunque 24000 personas murieron de hambre, 75000 fueron asaltadas  y seguramente algún genio potencial de la pintura se inscribió a estudiar derecho) Marilyn recibió un sobre anónimo en su domicilio.
Era un sobre amarillo, completamente sellado, que sólo contenía su nombre en el exterior. Al menos algo diferente entre tantos sobres de cobros y más cobros que llegaban diariamente. Marilyn abrió el sobre y lo que encontró dentro la hizo quedarse estupefacta. Luego de hiperventilar un poco volvió a revisar el contenido y esta vez liberó su sorpresa con un gran grito que resonó en toda la casa.

Resulta que cuando hay una niña problema en el salón de clases, esa niña tiene pocas probabilidades de asistir a una pijamada. Muy pocos saben que esa niña tiene al mismo cantante adolescente recortado de las revistas y pegado en una hoja de su diario; tampoco es de conocimiento público que esa niña tiene la misma fuerza en las piernas para saltar en la cama y la misma resistencia contra las peleas de almohada. A nadie le interesó nunca enterarse de que a esa niña se le iluminó la sonrisa por primera vez cuando Marilyn la invitó a su pijamada de cumpleaños. Y como era de esperarse, absolutamente nadie se interesó por saber que 30 años después esa niña problema se encontraba en su oficina como CEO de una de las empresas más grandes de América, reflexionando sobre su infancia, y  que como adulta comprendió que nadie desea la posibilidad de ver su cumpleaños arruinado por la presencia de una niña problema. Nunca nadie supo que esa niña problema firmó un cheque por una cantidad de la estratosfera y con la mano en la cintura lo mandó enviar en un simple sobre de color amarillo.