Sin cielo, sin rostro, sin rumbo fijo
¿podrías negar el color de las flores?
Estas noches carecen de cobijo
Y de sueños sus alrededores
Toma la píldora de color rojo
para encerrarnos en nuestra realidad
Tira la llave, asegura el cerrojo
y vayamos en busca de la verdad
Ave sin plumas, la luz sin locura
Tinieblas las nieves de la falsedad
que aguardan los niños aún con piedad
Los verdes tonos de nuestra inocencia
La suerte clara de nuestra demencia
se fueron ya para nunca volver