lunes, 19 de septiembre de 2011

I don't trust you

A veces me sorprendo de lo vacío que puede estar el mundo.
De lo vacío que puede estar un cuerpo, cuya mente y alma se llenan de complicaciones al punto de quedar de nuevo en la nada. Tanto afán de conseguir un poco de atención que la alejan.

Me pregunto cómo es que debo verlo todo.
Simple. Simple como debería ser.
Ya no quiero darle vueltas a algo que es unidimensional, ya no quiero tratar de librar una batalla que tenía perdida desde mi falta de aptitudes emocionales. Lo que me sorprende es que aún exista. Tanto hablamos de una evolución, y sin embargo ahí está.

Quizás quiero ser psiquiatra para saber identificarlos antes de mezclarme con ellos. Quizás por eso los psiquiatras se vuelven locos. Tanto saben con quien tratan que deciden no tratar con nadie y se terminan por enajenar en su propio mundo.
Hoy fue un día en que particularmente me decepcioné de la gente, porque otra vez, creí que iba a ser diferente.

domingo, 18 de septiembre de 2011

La plaza del Sol.

Estepantla se sienta por las tardes en la plaza del Sol.
No lo hace por la sombra de sus árboles ni la fama de sus bares,
sino por el aroma de los edificios que la rodean.
Así pasa las horas, observando al mundo que no la ve.
Se hace invisible y su silencio se funde con el murmullo de la fuente.
Estepantla se sienta con sus libros, cuadernos, pinceles y demás cosas que puedan hacerla parecer interesante; tal vez así le llegue el amor.
¡Pobre! No sabe que busca algo inexistente en el lugar equivocado.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Un escorpio llamado Leo

Tengo un amigo que es un escorpio llamado Leo.
Y es irónico.
Igual de irónico que una escorpio que quiere un leo.