No lo prometo, pero al menos lo planeé así. Me vestí de negro, planché mis largos cabellos chinos tal como te encantaba que lo hiciera. Lo dejé suelto y resbala por mis hombros hasta mi espalda. También me pinté los ojos como a ti te gustaba, me puse el brillo de chocolate e incluso traigo puesto el perfume que le puse a todas tus cartas. Hoy soy todo lo que esperabas que fuera. Hoy cantaré las canciones que te compuse y releeré tus poemas, miraré nuestras fotos y tal vez hasta me tome una cerveza. Le diré a mi amigo que me lleve al café de sanborns y sentada en la mesa al lado de la ventana le contaré tus historias y lloraré tu ausencia.
Porque mañana mi cabello dejará de ser largo. Mañana me vestiré de azul cielo y cantaré mis canciones extrañas. Mañana quitaré la rosa de papel que adorna mi espejo y encerraré tus cartas y tus flores disecadas en la caja de recuerdos pasados.
Hoy es el último día.
Mañana comienza mi vida sin ti.
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