fue todo lo que le dijo, o al menos eso dijo EL que le dijo, quizá me lo dijo a YO, con las razones verdaderas de que fuera la careful persona que YO no soy.
Cuando EL me contó la historia de cómo sólo dijo -Be careful-, como línea principal de una película de Tarantino, yo pensé en escribir la historia, como anécdota o cuento fantástico, o quizá como escrito experimental.
EL es un personaje bien particular, de esos que escribes y cuando deseas no haberlos escrito ya se convirtieron en protagonistas de tu historia. O al menos en antagonistas, digo YO. En realidad YO está enojada porque esta historia no se trata de ella, y a decir verdad tampoco de EL. Si fuera una historia sobre YO hablaría de cosas tristes y si fuera de EL de cosas sin importancia. Más bien debería hablar de HIM, de ELLA, de la PAVA y sus relaciones con STYROFOAM MAN.
A pesar de que fueron todos personajes creados en distintas épocas, HIM del 92, STYROFOAM MAN 40 años antes de eso, la PAVA que se burla porque existe desde tiempos inmemoriales y ELLA que quizá es uno o dos años menor que YO. Pero todos en sí se relacionan.
STYROFOAM MAN es un caza-fortunas masculino que se dedica a conquistar mujeres de mayor edad para quedarse con todo su dinero. STYROFOAM MAN no hizo nada bueno de su vida más que quizá la creación involuntaria de distintos personajes secundarios y un autor no autorizado. Por lo tanto, STYROFOAM MAN sería capaz de poner su ojo lascivo sobre ELLA, si llegara a conocerla.
ELLA como tal es un sistema óseo formado por 206 huesos que sostienen un cuerpecito de teenager que hace mucho ejercicio y que tienen dentro del cráneo un cerebro celoso y arrogante. Quizá en el fondo ELLA se parece a YO pero menos tonta. YO le da tantas vueltas a este asunto que ha envuelto a ELLA de una serie de imaginaciones ficticias y un aura de maravillas que probablemente ni siquiera existe. Es decir, ELLA lee a Paulo Coelho.
Por su parte, ELLA trae consigo mucha PAVA. No sabría decir si es la PAVA natural de las ELLAs, si la obtuvo por leer a Paulo Coelho o simplemente trae la PAVA de no ser YO y a pesar de ello lo que piensa EL.
La PAVA, por otro lado, no es más sino la reina de los lugares de ambiente pesado. Como el bar abandonado de Camelinas donde volví a ver a JEREMY, también con mayúsculas porque también es especial, pero no en esta historia particular.
Pero la historia real que YO quería contar sobre la PAVA es aquella que tiene que ver con HIM y cómo juntos descubrimos el lugar con más PAVA del planeta.
Imagínese el lector una zona industrial, vieja y fea, cerca de la central de autobuses y de muchísimos bares de p...ersonas alegres y gustosas del alcohol. Imagínese que entre todo esto hay una reja negra, casi sin darse a notar, una reja corrediza que detrás suyo contiene un pasillo. Dicho pasillo, más que un pasillo cualquiera, podría pasarse por el pasillo previo de un psiquiátrico o de una prisión. Rodeado de azulejos blancos, lo va envolviendo la relatividad y siente que es eterno, que cada paso retumba con un eco espectacular y a medida que avanza el pasillo se hace más largo. Al final se encuentra usted con una puerta roja y un interfon, que al marcar la clave otorgada, que si YO mal no recuerdo era algo así como 94763 suena el timbre de que tiene permitido pasar. Error.
Imagínese el lector una habitación donde el tiempo se condensa en un grano de arena que se alarga como si fuera hecho de chicle, para nunca caer del otro lado del reloj. Un cubo de espacio ubicado ciertamente en un tercer piso entre las calles Mariano Escobedo y Emilio Carranza de una enorme ciudad, donde el aire es tan denso que si se arrojara un vaso con agua el agua tendería a flotar por encima de la atmósfera, mientras nuestros personajes respiran plasma que se les sube a la cabeza en forma de peleas.
-Te toca mover- dice HIM, -Espérate, deja pienso- digo yo.
Hasta las piezas de un ajedrez distinto al que era antes de entrar parecen estar deseando moverse solas para poder terminar con ese juego que decide el destino entre la salida y el infierno. HIM decide dormir y YO no puedo recordar el borde en el que seguía pensando el movimiento y el momento en que el estupor me cargó consigo en cuerpo y alma, terminando en la cama vecina tratando de cerrar los ojos. Fue entonces que la PAVA se robó mi aliento en un sólo escalofrío y con ansias en las manos y en los huesos traté de huir de lo que llamo “el lugar con más PAVA del planeta“
-¡Despierta! ¡Por favor sácame de aquí!- empecé a gritarle a HIM que dormía como un bulto en la cama de enfrente, que no respondió a mis reclamos, súplicas y zarandeos.
A pesar del esfuerzo por tratar de normalizar ese estiramiento macabro del tiempo-espacio, YO logré juntar todos los objetos personales en una bolsa y justo en el momento de abrir la puerta de salida sentí el despertar de HIM, para verlo con los ojos desorbitados y las pupilas densamente dilatadas, y sentir que no era HIM sino que era otra persona capaz de cualquier cosa en el desvarío de una dimensión paralela en la que creí capaz a HIM incluso de matarme.
-HIM, sólo vámonos de aquí por favor...-
Esa fue la historia de su existencia, que evidentemente está cortada porque si el lector conociera el resto se vería privado del sueño por el resto de sus días, cosa de la que YO no quiero adquirir ninguna responsabilidad. (O quizá se trata más bien de uno de esos casos donde el final es tan ordinario que podría escribirse como ejemplo del trama clásico de cualquier historia arquetípica, y que el autor omite por el bien de su historia y su reputación en el mundo literario.
Lo que sí es mi obligación aclarar, es que HIM no se volvió loco ni mucho menos con el episodio de la PAVA. Lo que ocurre es que desde siempre HIM ha estado loco por YO, lo que me hace pensar que podría estar loco por ELLA y/o parecerse a STYROFOAM MAN. En realidad HIM no piensa en STYROFOAM MAN, ni en ELLA, ni en la PAVA, ni en JEREMY, simplemente en YO y algunas pocas veces en EL.
Al final todo esto comenzó porque todo lo que EL dijo fue -Be careful- y YO en respuesta dije -You are dreadful- y resultó que cuando EL dijo -Be careful- no quería decir ten cuidado sino todo lo contrario y lo mismo, de forma amenazante, sin conocer una palabra del idioma anglosajón.