jueves, 1 de octubre de 2009

Unkown 2

Tu voz. Tu voz es algo inexplicable, irreconocible.
No como el color de tus ojos que me recuerda a olivas francesas,
ni como tus manos que crean melodías de colores.
Tu voz es niebla en el olvido, es imaginación y no recuerdo.
Me causa escalofríos al sentirla al roce de mi oído, a pesar de su inexistencia.
Tienes la tiniebla y el misterio de tu lado, tienes la palabra de un ser desamparado.
Y yo aún tengo el secreto de la inocencia y la melancolía de un alma deshecha.
En mis ojos pueden encontrarse los restos de lágrimas pasadas,
el amor no consumido, la esencia de su crueldad.
Por eso me conformo sin tu voz.
Tu voz es lo que falta en el camino hacia un abrazo,
una mirada que se posa en el cielo y termina en tus labios.
Tu voz es la distancia entre el odio y el olvido o la lejanía ilusionada.
Entonces quiero seguir escuchando tu arte sin que sepas que lo admiro.
Quiero seguir siendo la sombra de algo etéreo,
sin mostrar el más leve signo de debilidad.
Entender que eres más que mil palabras y a la vez que seas nada,
escucharte, escucharte cada tarde... pero siempre sin oír tu voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario