sábado, 11 de septiembre de 2010

Buscaba en Google "como controlar", cuando me di cuenta de que en realidad quería saber "cómo erradicar"

Teclear. "¿Cómo controlar mis emociones?". Clic. Buscar. Aproximadamente 1,700,000 resultados.

No. No me sirve.
Fue lo que pensé después de leer en 5 páginas de internet diferentes. Quizás es porque es demasiado estúpido buscar en internet lo que debes aprender en la vida. O tal vez simplemente no nací con la habilidad. O más bien, hice la pregunta incorrecta.
"¿Cómo erradicar las emociones?". Eso está mucho, mucho mejor.

Totalmente intensa, dependiente, dramática, que me encanta "hacerme la víctima" pues. Dicen que el mejor arte nunca proviene de la felicidad (cortesía de Ars) y también me dijeron por ahí que sólo los artistas que conocen el dolor y las emociones fuertes pueden hacer arte expresivo. No estoy diciendo que mi arte (que hasta es presuntuoso llamarlo arte) tenga alguna de las características anteriores. De hecho, no conozco para nada el dolor. Simplemente vivo mis pequeñas tragedias al máximo nivel de intensidad. "Ahogarse en un vaso de agua" me han dicho varias veces.

Creo que es porque muy en el fondo me agradaba estar así. Sentir tanto estimulaba mi imaginación, que de por si ya está algo retorcida. Creía que valía la pena si la creación surgía de ello. Ahora estoy cambiando de opinión.

No tengo mis ideas firmes. No estoy segura de que va a pasar mañana, mucho menos sé qué voy a hacer con mi vida. No tengo ganas de eliminar todo lo que soy de un momento a otro, pero aprendo a quedármelo para mi misma. Pretender. Lo que siempre hago. Lo que empezaba a dejar de hacer. Lo que dices que no debo. Lo que creo que es lo mejor ahora. Pretender.

Una vida normal. Una pinche vida normal. Llegué al punto en que no me importa si es eliminando a mi yo actual, con psicólogo o con prozac. Pero una maldita vida de persona normal y listo.

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