viernes, 17 de septiembre de 2010

Don't speak

No sabes el dolor que sentí cuando me di cuenta de que ya no confiaba en ti. Sobre todo porque eras la única persona digna de mi confianza. No, no hiciste nada mal, y creo que yo tampoco. Simplemente que cuando las dudas aquejaban mi mente, no pude pedirte ayuda. No pude hablarte de todo lo que hay en mi interior. No pude contarte las mil cosas que cruzaron mi cabeza, porque ya no parecían confesiones sinceras en busca de oídos donde descansar, parecían, ciertamente, chisme desesperado.
Conversaciones de 3 frases. Invitaciones educadamente rechazadas. Falta de ganas de buscarte, cansancio de la espera de que me buscaras.
Cuando pienso que es cuestión de tiempo, me pregunto si es verdad, si es una prueba o si es tan sólo una esperanza de autoengaño.
No hablaré contigo al respecto, porque no creo que sea cosa de hablar. El día que sientas lo mismo vendrás por ti mismo, y sabremos qué es lo que sucede.
Por ahora seguiré sin confiar en nadie, no porque nadie merezca mi confianza, sino porque me es imposible darsela a cualquiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario