martes, 20 de diciembre de 2011

Corre y se va

para Rubí, que es una luz en este vacío.

¡Ay mi niña!
Esconde ese el brillo de tus ojos tan bonitos,
que el mundo quiere robarte la risa
y comerte las ideas.

Promete que guardarás tus alas de ángel
debajo de la gabardina,
porque si te las ven en la ciudad te las liquidan.

Manda tus sueños a volar por las noches,
ocultos en susurros de organdí
que vuelen cual palomas trasnochadoras
sin que nadie sospeche el destino que les di.

Mi niña linda,
no creas en el mundo que te detiene
no creas en tu mente que te previene
de lograr tus fantasías.

Créeme que si yo pudiera
evitarte de las fechorías terrenales
si yo pudiera arrancarte del corazón
todas esas heridas sin cicatrizar...

Guárdame tu sonrisa, que quiero verla florecer
no en esta vida, no en esta oscuridad
tu mereces que tu luz sea vista y no absorbida,
así que corre y ya no mires atrás.

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