domingo, 8 de mayo de 2011

No tengo tiempo

Odio que la gente me diga que no tiene tiempo de verme.
Lo odio porque a mí se me hace increíble, aunque trate de hacer conciencia de que hay gente que de verdad carece de ello. Lo detesto sobre todo porque, el león cree que todos son de su condición, y a veces, cuando tengo muchas ganas de ver a alguien, casi casi que creo el tiempo.
Y es que teniendo una saturación de clases cocurriculares (puestas a propósito dentro del horario para no tener tiempo de deprimirme), tareas pendientes dejadas al último y una mamá estricta que no me quiere fuera de casa después de las nueve y en general en fines de semana, el día que se me antoje ver a alguien veré que si acelero la realización de mis tareas, muevo esto para acá, entro a dibujo a las cuatro, y ¡Voilá! Te veo a las 6 en el centro.
Hay veces, sí, me declaro culpable, que le digo a alguien que no tengo tiempo de verlo. Debo confesar que cuando eso sucede, hay que intercambiar la palabra “tiempo“ por “humor“, o “permiso“, porque también a veces ya ni siquiera lo pido para evitarme el discurso maternal que de todos modos significa que no puedo salir.
Entonces, me imagino que cuando alguien me dice luego de varios intentos que no tiene “tiempo“ es porque simplemente no le complace mi compañía. Realmente espero estar equivocada y que la ausencia de esa magnitud fundamental sea, en efecto, relativa.


1 comentario:

  1. me he sentido demasiado identificada con esta entrada!!!
    el tiempo es taaan relativo! que es increible como la gente puede llegar a ponerlo como excusa... cuestion de decision mas que nada diria yo...
    pero bueno cada quien...
    saludos!!

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